Se organizará un segundo pase en las próximas fechas para que todas las personas que se quedaron fuera puedan ver el trabajo audiovisual sobre los eremitorios medievales de Villasabariego
Fuente: leonoticias.com
Autora: Ana G. Barriada
‘Aforo completo’. Grupo, pareja o persona que pasaba por delante de la puerta para acceder a la Sala Región del ILC, grupo, pareja o persona que no daba crédito. «Nada, que está lleno, no se puede estar ni de pie de la gente que hay».
La ‘locura’ de las Cuevas Menudas se evidenciaba una vez más este martes con la presentación del documental dirigido por el periodista Pedro Lechuga y producido por Germán Pérez Molina que pone en valor este conjunto de cuevas excavadas en el cerro sobre el que se asentaba la antigua ciudad asturromana de Lancia, entre los municipios de Villasabariego y Mansilla Mayor.
Declaradas Bien de Interés Cultural en 1985 por su singularidad y relevancia que las hace únicas en España, estas 17 cavidades a unos 70 metros de altura volvían a la vida en 2021, cuando -y gracias a la colaboración de la Diputación de León a través del ILC y al ayuntamiento de Villasabariego- se protegían y se abrían de forma segura al público para convertirse en uno de los principales atractivos de la zona.
Empezaba Emilio Gancedo la presentación del documental ante un auditorio lleno reflexionando en voz alta. «Quien diga que el patrimonio no interesa que venga a ver cómo está esta sala hoy».
Segundo pase
Un aforo completo desde prácticamente media hora antes de que empezara la proyección que ‘obliga’ al instituto y al propio Pedro Lechuga -visiblemente emocionado por la grandísima acogida del proyecto- a programar en futuras fechas un segundo pase para todos los que se quedaron fuera.
«El patrimonio es la base de todo lo demás, y así lo ratifica este documental», seguía el coordinador del ILC, que apuntaba que las Cuevas Menudas «son un ejemplo de cómo algo que era invisible o visible solo para los paisanos de la zona se convierte en algo muy popular y que visita cada día la gente».
Este espacio «que tiene algo especial» ha cautivado a leoneses como Pedro Lechuga, que vio en la historia de estos eremitorios medievales el material perfecto para poner en marcha el que es su tercer trabajo audiovisual tras ‘Coyanza-1975, Democracia Nuclear’ y ‘Xove, Democracia Nuclear’.
«Tras mis dos primeros trabajos de investigación centrados en sucesos acaecidos en la década de los 70 hemos tenido que retroceder unos cuantos siglos hasta llegar a la Alta Edad Media y de esta manera poder poner en valor la riqueza arqueológica y cultural de la arquitectura excavada en la provincia de León, narrar la vida de los eremitas que vivieron en dichas cavidades y alertar de la situación de otros yacimientos similares de la provincia y que están en riesgo de derrumbe como la Cueva de San Martín, ubicada en Villamoros de las Regueras, o la Cueva del Cubo en Rueda de Almirante», apunta el periodista leonés.
Este conjunto de cavidades despertó un gran interés desde finales del siglo XIX y se llegó a atribuirle un origen paleolítico, pero en 2012 un estudio liderado por la historiadora de la Universidad de León Vanessa Jimeno acababa con el error histórico que databa este paraje, que sirvió de hogar a monjes eremitas durante la Alta Edad Media, como prehistórico.